La juez O’Connor, mujer decidida pero no dogmática

PHOENIX – Sandra Day O’Connor dedicó mu-::ho tiempo la semana pasada a revisar las leyes estatales y las decisiones judiciales que _constituyen el historlal de gran parte de su vida publica. Su oflcina en el Tribunal de Apelaciones de Arizona estaba llena de ramos de flores enviados tras el anuncio de su nombramiento al estrado del Tribunal Supremo. “Cincuenta aiios es mucho tiempo”, dilo durante una interrupcion de su revision, “y es diffcil recordar todo lo que se ha hecho”. Dlferenclas de temperamento La revision no ha terminado todavra, pero la mujer que ha surgido del examen de ese historial y de conversaciones que se han sostenido con amigos, colegas y adversarias, resulta a la vez similar y diferente de la gran mayorfa de los votantes que eligieron al Presidente Ronald Reagan. Estas diferencias y similitudes se pueden encontrar en su instinto polftico, en su filosoffa judicial, en su posición económica yen su temperamento personal. La Juez O’Connor es una cc:,nservadora la mayor parte del tiempo, aunque con ciertos visos moderados y aun progresistas; una mujer decidida pero no dogmatica. Es acomodada, pero no rica; con una gran curiosidad intelectual, aunque no exactamente osada en este terreno y maleable a la vez que tradicional. El Presidente Reagan describió a la Juez O’Connor como “una persona para todos los tiempos’ pero sin embargo parece ser menos activista de lo que han dicho los que la apoyan dentro del movimiento feminista. Al mismo tiempo es mucho mas complela